PROPIEDADES NUTRITIVAS
El principal componente de las ciruelas es el Agua, seguido de los Hidratos
de Carbono, entre los que destaca la presencia de Sorbitol, de leve acción laxante. El aporte de vitaminas no es
relevante, aunque destaca su contenido moderado en provitamina A (más abundante en las de color oscuro) y vitamina E (interviene en la
estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad), ambas de acción
antioxidante. La provitamina o beta caroteno se transforma en vitamina A en
nuestro organismo conforme éste lo necesita. La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los
huesos y para el buen funcionamiento
del sistema inmunológico. En lo que
se refiere a su contenido de minerales,
son ricas en Potasio. El Potasio, es un mineral necesario para
la transmisión y generación del impulso
nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio
de agua dentro y fuera de la célula. Se caracterizan por poseer Antocianos (pigmentos de acción
antioxidante y antiséptica) y Ácido Málico.
Este ácido orgánico forma parte del pigmento vegetal que proporciona sabor a la
fruta. Así mismo, su abundancia de Fibra
y otros componentes laxantes (Sorbitol
y derivados de la Hifroxifenilxantina), mejora el tránsito intestinal.
Propiedades para la salud
La ciruela es muy rica en Antocianos
que le proporcionan su color característico (sobre todo apreciable en las variedades de tonos rojos y morados).
Desde el punto de vista de la salud, los Antocianos
tienen acción antioxidante y antiséptica;
para combatir procesos infecciosos. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino
de los denominados "radicales
libres".
Lo que en realidad destaca de las ciruelas es su acción laxante, debido al contenido de fibra, de sorbitol (un
tipo de azúcar) y de derivados de la hifroxifenilxantina,
sustancias que estimulan la actividad de los músculos del colon. Esto explica
su uso tradicional como laxante en caso de estreñimiento. Un desayuno ideal
para combatir el estreñimiento y proteger la mucosa del intestino, debe
contener ciruelas frescas, secas, en compota o en forma de deliciosa mermelada.
Efecto laxante
Las ciruelas constituyen un laxante ideal para todas las personas,
especialmente para los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas, que con
frecuencia presentan estreñimiento. El uso continuado de las ciruelas frescas
en verano y desecadas o en forma de mermelada el resto del año, contribuye a
vencer el intestino perezoso y a reeducar la función intestinal.
La Fibra soluble de las ciruelas, además
de mejorar el tránsito intestinal, tiene la capacidad de retener agua, por lo
que se hincha en el estómago formando un gel, lo que reduce la velocidad de
vaciamiento gástrico y la velocidad de absorción de los hidratos de carbono.
Esto las convierte en frutas útiles en regímenes de adelgazamiento, ya que su
consumo produce sensación de saciedad,
aunque consumidas con mesura, por su abundancia de hidratos de carbono, lo que
también han de tener en cuenta las personas que tienen diabetes. Además, la
fibra soluble forma un gel viscoso que fija la grasa y el colesterol, con lo
que disminuye la absorción de dichas sustancias. Esto es positivo en caso de hipercolesterolemia.
Por su abundancia de Potasio, el
consumo de ciruelas se ha de hacer con moderación en caso de insuficiencia
renal, en la que el aporte de dicho mineral esté restringido. Sin embargo, por
su alto contenido en Agua, Potasio y Ácido
Málico (alcaliniza la orina), posee un efecto
diurético beneficioso en caso de hiperuricemia
o gota y litiasis o cálculos renales (facilitan la eliminación de ácido
úrico y sus sales), hipertensión arterial
u otras enfermedades asociadas a retención de líquidos. También conviene su
consumo cuando se emplean diuréticos que eliminan dicho mineral, y en caso de
bulimia debido a los episodios de vómitos autoinducidos que originan grandes
pérdidas.
El ácido oxálico que contienen
las ciruelas moradas puede formar sales con ciertos minerales como el calcio y formar oxalato cálcico, por lo que su consumo se ha de tener en cuenta si
se padecen este tipo de cálculos renales, ya que se podría agravar la
situación.
En función del color de su piel, las ciruelas pueden clasificarse en amarillas, rojas, negras y verdes.
Las amarillas son frutas de
sabor ácido y abundante jugo.
Las rojas son jugosas y con un
sabor más dulce que las amarillas.
Las negras tienen la piel
azulada o negruzca y son las más adecuadas para cocer.
Las de piel verde se denominan
Claudia y se caracterizan por su dulzor.
Entre las variedades más conocidas en España, se encuentran:
Golden Japan: de piel amarilla clara pajizo, brillante, gruesa,
resistente y de pulpa muy jugosa y extremadamente dulce. Suele aparecer en el
mercado español a partir de la segunda
quincena del mes de junio.
Santa Rosa: originaria de la ciruela silvestre asiática, son
frutos de tamaño grande, redondeado y acorazonado. Su piel es de un color rojo
intenso y su carne, amarillo ámbar, muy jugosa, dulce y perfumada. Su
recolección se realiza a mediados de
julio, aunque es una variedad en claro retroceso en el mercado de nuestro
país debido a que es muy delicada y se estropea con facilidad.
Claudia Reina Verde: se distingue de todas las demás por ser la
variedad más dulce y exquisita. El color de su piel es verde oscuro y la pulpa
verde pálido muy jugosa y refrescante. Es excelente como fruta de mesa o para
la elaboración de compotas, conservas y mermeladas. Su recolección se realiza en julio y agosto.
Reina Claudia de Oullins: denominada así en Francia en honor a la esposa
de Francisco I, es un fruto verde claro y dorado, de carne pálida y muy jugosa.
Es una de las variedades más extendidas que se cultiva sobre todo en Zaragoza.
Arandana: son frutos de tamaño medio y color de piel
granate oscuro, y la pulpa, aunque es carnosa, no destaca por su dulzor. Es tardía en cuanto a su aparición en el
mercado.
Laetitia y Larry Ann: son ciruelas moradas, muy grandes (55 milímetros ),
consistentes, turgentes en cuanto a su textura, que casi permite degustarlas
con cuchillo y tenedor. Se suelen
importar de otros países y ocupan un espacio en el tiempo que no hay producción
nacional.
Metley: estas ciruelas se conocen comercialmente con el
nombre de ciruela "fresa" por su piel de color morado, su pulpa
jugosa de color rosáceo intenso y sabor muy dulce similar al de la fresa.
Red beauty: es la variedad más temprana en aparecer en el mercado español. Tiene la piel de color
vinoso, pulpa de color amarillo, carnosa y jugosa con un sabor bastante
insípido, ligeramente acidulado.
Cómo elegirlas y conservarlas
Al comprar ciruelas hay que asegurarse de que sean firmes, no estén estropeadas y estén cubiertas de un ligero polvillo
mate. Si se cogen directamente del árbol, se sabe que están maduras cuando
sacudiendo ligeramente el árbol cae algún fruto. La ciruela, una vez ha
alcanzado su punto de sazón, no dura más
de dos o tres días. Si se compran verdes, conviene dejarlas a temperatura
ambiente para que maduren. Una vez en el hogar deben guardarse en el frigorífico durante pocos días. Antes
de consumir las ciruelas, conviene lavarlas con cuidado ya que normalmente se
consumen con piel.
Podemos encontrar en el mercado esta fruta desde abril hasta el mes de septiembre, aunque dependerá de la
variedad de ciruela tal como se puede ver en la descripción de las diferentes
variedades de ciruelas.
Trucos para cocinar las ciruelas
Las ciruelas son una de las frutas más apetecibles y refrescantes durante
los calurosos meses de verano, sobre todo cuando se toman frescas recién
sacadas del frigorífico.
Todas las ciruelas oscuras y
algunas de las variedades más claras tienen pieles amargas y pueden utilizarse
para preparar confituras, mermeladas y
gelatinas de una luminosidad transparente. También pueden prepararse deliciosas salsas agridulces que acompañan
carnes y crepes.
En Centro Europa, Alemania y Austria,
las ciruelas entran en la composición de buñuelos que se pasan por azúcar
mezclado con chocolate rallado, y también aparecen en los famosos Strudels, un tipo de masa hecha de
muchas capas de pasta muy delgada que se rellena y se envuelve para luego ser
horneada hasta que esté crujiente y dorada. En Alemania, la estación de las ciruelas equivale a Pflaumenkuchen, es decir, a degustar
una pasta cubierta por una preparación de esta fruta.
La desecación es otra de las alternativas interesantes de las ciruelas. Se pueden utilizar las ciruelas pasas, que se consumen al natural, cocidas o como acompañamiento de diferentes platos dulces, combinadas con otras frutas, o alimentos salados,particularmente en platos de carnes de caza
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